Pochamos dos cebollas en juliana a fuego lento con las patas y las aletas de los chipirones. Medio vaso de vino blanco, mejor moscatel, y una hoja de laurel.
Cuando ya vayamos a comer: plancha o sartén de culo gordo, bien rusiente. Colocamos los chipirones bien anchos y sin aceite. Cuando empiecen a "saltar" (unos dos minutos), les damos la vuelta y echamos un chorrotillo de aceite. Otros dos minutos y servir. En esta ocasión los hemos acompañado con unos hongos beltxa.
Me gusta. Ya tienes otra cena para Fritadas
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